Es el paraíso de las peluquerías. He ido porque me lo ha recomendado una amiga. Todo nuevo, limpio, ordenadísimo, la impresión nada más entrar es inmejorable. Lo único que lo supera es el servicio que dan: Alazne me ha hecho un diagnóstico previo, me ha ofrecido opciones y hemos decidido juntas el color y la forma. Su trabajo ha sido impecable: tengo el pelo precioso, con un brillo y un color que no había tenido nunca, y además me ha ayudado con todas mis dudas sobre cómo tratarlo en el día a día para que siga estando bonito.Y para terminar, no solo son grandes profesionales, también son grandes detallistas: un café durante el tratamiento (¡y un bombón! :-)), un masaje maravilloso en el pelo y una increíble silla reclinable para relajarte mientras te lavan la cabeza. No le falta de nada. A partir de hoy, mi nueva peluquería. Eskerrik asko, Alazne!